Guajolote a la Naranja.
Para esta receta, usted necesita lo siguiente:
§ Un pavo (pavo y/o guajolote, viene siendo la misma cosa), con las siguientes características: que sea tierno, lindo, bien alimentado, jugoso, que no tenga conciencia de la macabra conspiración que usted tiene para engullírselo en una deliciosísima cena, que tenga miedo a morir (pero bromee sobre ello), y que usted lo quiera mucho.
§ (Al menos) ½ kilo de naranjas. Se sugiere considerar el hecho de que toda ave a la naranja se debe (sin lugar a dudas) acompañar con una bebida hecha de naranjas naturales. Además, el postre podría consistir en naranjas partidas y espolvoreadas con chile. Así que, idealmente usted deberá comprar un costal de naranjas, para así poder satisfacer la insaciable sed y hambre de sus invitados… si es que los tiene.
§ 1 kilo de papas. Peladas y partidas en rodajas, obviamente. Y no se pregunte el por que y mejor responda a ésta pregunta: ¿a quién no le gustan estos deliciosos tubérculos?
§ 2 Barras de Chocolate. Por si l@ llega a atacar el hambre durante la preparación de esta rica receta.
§ Media cebolla. Pelada y partida en rodajas (desbaratadas, si no es mucha molestia). Y sino le gusta la cebolla, mejor vaya y compre una sopa instantánea para comer.
§ Sal y pimienta al gusto (como en toda buena receta).
§ Consomé de pollo. Ciertamente, puede sustituirlo por consomé de pavo, pero corre el riesgo de que se le escape el susodicho y no le quede más remedio que quedarse con el antojo de guajolote en la punta de la verdaderamente insatisfecha boca (del estomago).
El modo de preparación es el siguiente:
Primero, invite al pavo, previamente seleccionado, a su casa. Hágale sentir que es querido y deseado (cosa que es muy cierta). Asegúrese de que se alimente bien, y que descanse adecuadamente. Deje que el tiempo que pasen juntos (usted y el guajolote) les ablandé el corazón, y verá que la deseada ave se pondrá tierna (más) y sabrosa con el tiempo. Una vez que estén en su punto (usted y el ave), evite que se de cuenta de que se le escurre la saliva por la boca.
Lo siguiente, será preparar el día y la cocina ideal para que el arroz (en referencia al pavo) se cueza. No dude en decirle al guajolote que esa noche tendrán que estar despiertos toda la noche por un asunto pendiente e importante (cosa, que también es cierta). Sea más cariñoso que de costumbre (a estas alturas, lo hará sin esfuerzo alguno). Tome todos los ingredientes necesarios para preparar la comida que estamos realizando (pero, deje las barras de chocolate aparte y al alcance de la mano) y póngalos a hervir en media cacerola con agua. En realidad, no hay que poner nada a hervir, sino que todo se debe poner en otra cacerola a freír y cocer.
Si el pavo le pregunta que qué esta haciendo, usted vuelva en sus cinco sentidos y responda que se esta quedando dormid@.
Volviendo a nuestra labor, una vez que la cebolla se vea transparente, las papas estén suaves y la naranja haya soltado su increíble aroma…
… cierto, hay que preparar el agua y el postre (lo cual se deja a responsabilidad del lector, ya que esta es la receta de Pavo a la Naranja… bueno si, Guajolote a la Naranja SÓLAMENTE)
Ahora si, con la cacerola y los ingredientes (y todo lo demás listo)…
-¿En qué piensas?-
-Aaaaahhh… es que, creo que tengo hambre-
-Jajaja, entonces hagamos algo para cenar-
… ponga la carne en el asador (cacerola, en nuestro caso).
A partir de aquí, lo que suceda, depende de usted. Esta receta requiere de ingenio y valentía. Por favor, ¡no se ponga nervios@! Verá que todo saldrá bien, si sabe manejar la situación. Poniendo en dos casos los resultados, tendríamos:
1. Usted y el pavo terminan disfrutando de unas deliciosas, dulces, tiernas, jugosas y maravillosas naranjas juntos.*
2. Al pavo no le gustarán las naranjas, y sin embargo seguirán disfrutando el tiempo que la mutua preparación de una amistad les ha ido dando.
*Este resultado ha sido comprobado.
